Comenzaremos con la imagen. Rápidamente empezaron a divagar sobre qué emoción íbamos a trabajar. Algunos pensaban que era la tristeza, al ver la cara del sapo o el enfado que tenía el cocodrilo al ver que el sapo se escapaba...
Nos cuenta el emocionario que experimentamos alivio cuando nos libramos de un peso, cuando dejamos de percibir una amenaza o cuando nos disculpamos. Y nos pone tres ejemplos en los que podemos sentir alivio: al terminar un examen, al ver que un peligro se aleja o al reconocer un error. Por tanto, el alivio significa que una sensación o situación desagradable ha terminado.
A ellos les ha resultado muy fácil indicar situaciones que nos producen alivio.
¡Chicos, esperamos vuestros dibujos!
La semana que viene, seguimos.
Jana y Laura